Notas
1. Por ejemplo, se dice con respecto a la fundación de la iglesia de
Santa Clara, que un vecino de la ciudad, don Antonio de Rojas de Oré,
con el deseo de que sus cinco hijas mujeres fueran religiosas clarisas, mandó
construir la iglesia de Santa Clara en Ayacucho, ya que como afirma Mariátegui
Oliva, “No existiendo ningún monasterio en la ciudad, pensó
el celoso padre fundar uno, pero los medios económicos de que disfrutaba
no llegaban para tanto; mas el descubrimiento de una rica mina permitió
el cumplimiento de tal anhelo” (Mariátegui 7). Lo interesante del
caso es que una vez concluyó la construcción de dicha iglesia,
la mina dejó de producir.
2. En otro texto de Mancilla, donde está refirido el concierto para
la elaboración del altar mayor de la Iglesia de La Compañía,
este autor establece que Joseph de Alvarado es el propietario de un taller de
ensambladores.
3. Resulta interesante el hecho de que el maestro ensamblador Joseph de Alvarado
tenga deudas en la ciudad de Los Reyes. Todo parece indicar que el maestro realizó
trabajos en Lima y luego se estableció en Ayacucho, donde fundó
su taller de ensambladores.
4. Este hecho nos hace recordar la distribución de los retablos de las
iglesias, divididos también, muchos de ellos, en dos cuerpos.